XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿por qué callé aquel día?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?
Hace tiempo que lei este poema del inmortal GA Becquer.......y q tan actual se ve ahora......el orgullo nunca ha ido, ni será el mejor de los consejeros